martes, 14 de junio de 2011

Derechos Humanos

Hace un rato me encontraba leyendo unas líneas escritas por un querido y equivocadísimo amigo, muy PRO él, en el más puro sentido que ese calificativo expresa. Allí me encontré con conceptos tales como que el Gobierno manipula los temas referidos a los DDHH en su provecho y como mera especulación populista; que la cuestión no es absoluta y debe dejarse margen para los grises interpretativos; que debe mirarse hacia adelante y despojar a la juventud de la lucha por la memoria y la justicia en la supuesta búsqueda de un futuro en paz.

Cuanto error histórico y actual.

Reconocer, reivindicar y defender los derechos humanos a través de la implementación de políticas en tal sentido dista abismalmente de una manipulación.


Para este Gobierno la lucha constante por la defensa de los DDHH no es una herramienta, por ende no persigue la legitimación ni la popularización de sus medidas, sino que es una verdadera política de estado.

La búsqueda de la verdad y la justicia respecto de los crímenes de lesa humanidad -porque eso fueron- ocurridos durante el último proceso militar, se vincula con una oscura etapa de la Argentina en la que los DDHH fueron sistemáticamente violados. Y mal que les pese a muchos, este Gobierno puede enarbolar esa bandera porque fue el único asumió tal obligación histórica y decidió una verdadera postura política .

En este tipo de temas tan trascendentales, no hay lugar para los grises, para las tibiezas, las ambigüedades y mediatintas, aquellos que no reconozcan las atrocidades ocurridas, que pretendan el olvido en vez del recuerdo, que nieguen la imperiosa exigencia de que la justicia llegue a cada uno de los responsables y cómplices o que pongan en duda la búsqueda de la verdad, son quienes ponen en crisis el concepto de DDHH .

No hay que temerle a la discusión, es necesaria y muy saludable, básicamente porque el debate permanente es el mejor remedio para el olvido y el peor enemigo de la impunidad.

El discurso político y social debe ser firme y la acción de gobierno implacable cuando de la defensa de los DDHH se trata, aun so riesgo de que algunos acudan al rótulo de violencia discursiva y polarización para sustentar sus cuestionamientos.

Y en eso la sociedad en su conjunto y fundamentalmente los jóvenes deben mantenerse alertas, pues claro está, aquellos que acusan de politización de los DDHH no hacen sino ideologizarlos en la búsqueda de su relativización.

martes, 14 de diciembre de 2010

DOBLE MORAL

Si algo caracteriza, lamentablemente, a un sector de la sociedad argentina y por carácter transitivo a parte de la clase política que la representa, es la doble moral.

Por eso, es común escuchar que aquellos mismos que piden a gritos la pena de muerte son los que repudian el aborto bajo la consigna de la defensa de la vida humana, o que quienes dicen defender la libertad de prensa no se ruborizan al reivindicar los intereses de los grupos monopolizadores de la información.

La reciente ocupación de un predio en el barrio porteño de Villa Soldati, sacó a la luz un capítulo más de esta zaga de ambigüedades.

Efectivamente, en los últimos tiempos y en forma sistemática, se han producido cuestionamientos a las decisiones del Poder Ejecutivo, siempre bajo la excusa de una supuesta defensa de la institucionalidad, tal como ocurrió con el desplazamiento del ex director del Banco Central, entre otros numerosos ejemplos.

Sin embargo, los dueños de esas voces “institucionalistas” ahora parecen ignorar que el Mercosur es una de las principales instituciones de este concepto superador de los límites y accidentes geográficos que separan nuestros estados, que es la Nación Suramericana.

De allí que mientras insisten en autoproclamarse respetuosos y preocupados por las instituciones, no cesan con sus reclamos xenófobos para que se “cierren” las fronteras y se expulse a los inmigrantes latinoamericanos…simplemente por eso, porque en sus discursos, una vez más, aflora perversa e impune la doble moral.

viernes, 1 de octubre de 2010

Ecuador es una muestra.

Acaso se haya tratado de una simple asonada o de un conato de rebelión cuyos objetivos inmediatos quedaron truncos, pero sin duda es una señal de alarma y de alerta que América del Sur en su conjunto no debe ni puede ignorar.
El conflicto suscitado en Ecuador está aún muy fresco, tal vez demasiado para realizar un balance integral de lo acontecido, sin embargo ello no impide extraer algunas conclusiones acerca de aspectos de la realidad continental que merecen ser destacados.
En ese sentido, las amenazas cernidas sobre las democracias sudamericanas, ese doble ataque foráneo y autóctono, permanente y constante, dirigido a cada uno de los gobiernos populares que bien supieron elegir los países de esta parte del continente, se revelan como una de las aristas relevantes de este caso y de estos tiempos.
Pues nuevamente ha quedado claro que el peligro está vigente, que acecha desde afuera oculto tras foráneos intereses, pero a la vez germina en las entrañas mismas de nuestras naciones, a la sombra de aquellos grupos mezquinos que se espantan ante la llegada de la hora de los pueblos.
Sin embargo y frente a ello la esperanza, esa que nace de la firme y mayoritaria decisión de nuestras sociedades de construir naciones independientes y soberanas, que crece a la par de la recuperación de los derechos y espacios populares, que madura en la convicción de que el único camino posible es el de la igualdad en democracia y, por sobre todo, que se hace adulta en la solidaridad y unión política expresada en la unánime posición adoptada por los gobernantes de la región en su conjunto.

jueves, 25 de marzo de 2010

NI SOCIOS NI CÓMPLICES.

Ayer, en el Día Nacional por la Memoria, en esa fecha escogida para recordar la caída de un gobierno democrático a manos de un nuevo golpe de estado, el más cruel y sangriento dentro de una historia argentina plagada de accesos militares al poder, volvieron a sonar y repetirse aquellas voces que reivindican lo ocurrido, o lo niegan, o en los más leves pero igualmente repudiables casos, acuden a la minimización de los hechos, siempre con la clara y premeditada voluntad de obstruir y desvirtuar la búsqueda de la verdad y la justicia, acaso porque hayan sido parte de esa clase política y de esa minúscula porción de la sociedad civil, que operaron como sus dilectos socios y cómplices.
Es así que en algunas “tradicionales” mesas familiares, en ciertas charlas de distinguidas confiterías y, lo que es peor aún, en puntuales y previsibles medios de comunicación, repican ciertas frases que se erigen en afrentas al dolor y la incertidumbre, como a la esperanza de justicia que busca mitigarlos… “no fueron treinta mil los desaparecidos”, “murió gente de ambos bandos”, “fue una guerra”, “de alguna manera había que frenar a los subversivos”, “basta de mirar al pasado en vez de pensar en el futuro”, “están fomentando los odios y rencores”, “el gobierno monopoliza el tema de los derechos humanos”… que absurdas afirmaciones y excusas, como si no fuera igual de aberrante un desaparecido, que mil o cien mil, como si “terrorismo de estado” y “guerra” fuesen sinónimos y los supuestos “bandos” las fuerzas armadas y esos miles de argentinos con muchos más ideales que armas, como si propugnar el olvido no fuera tratar de monopolizar la memoria….
Y esas voces imponen preguntarse si aquella sangre derramada por una generación que luchó y hasta perdió su vida por el sueño de un país mejor, que intentó resistir los modelos de dominación y sometimiento diagramados en el “país del norte” para toda Latinoamérica, que defendió a ultranza la bandera de sus ideas cuando tanto más cómodo y seguro era callar, fue en vano…
Pero la respuesta es NO…. porque las multitudes que ayer se dieron cita durante toda la jornada en cada rincón del país para evocar la memoria de nuestros muertos y desaparecidos, para repudiar una vergonzosa parte de nuestra historia, para reclamar que se siga investigando, que se continúe juzgando a los responsables de los crímenes cometidos durante la dictadura, que los condenados cumplan las sentencias, que se siga trabajando en la búsqueda de los nietos apropiados, demuestran que aquella lucha no fue estéril….que al fin y al cabo valió la pena.
Seguirá una minoría tratando de disfrazar la historia, de intentar inducir una perversa amnesia, de resistir el más que nunca inexorable alcance de la justicia, de plebiscitar el dolor… pero no van a poder, porque un pueblo maduro necesita conocer los horrores de su pasado para hacer justicia en el presente y evitar que se repitan en un futuro, porque mal puede darse vuelta una página cuya lectura está inconclusa, porque no entraremos en el juego de los promotores del olvido…. y porque a diferencia de quienes pretenden explicar lo inexplicable y justificar lo injustificable, no fuimos ni seremos socios del terrorismo de estado y, menos aún, cómplices de su impunidad.

martes, 23 de marzo de 2010

Los Fantasmas del Pasado

LOS FANTASMAS DEL PASADO.

Así es, a pesar del crecimiento, de la prosperidad, de la mayor justicia social, del compromiso con la memoria y de la mejor redistribución del ingreso, entre otras tantas cosas, desde hace seis años algunos sectores reaccionarios insisten en anunciar venideros desastres….entonces escuchamos sucesivamente que el dólar se disparará de un momento a otro, que tendremos que importar trigo, que la producción y venta automotriz caerán estrepitosamente….todas profecías no cumplidas….
De repente pregonan como sabihondos que la deuda no debe pagarse con reservas y salen a la palestra con recetas que, en verdad, los pintan de cuerpo entero y demuestran cuán previsibles son….ahí escuchamos que “no necesitamos la quita”, “para qué cancelarla ahora”, “contraigamos nuevos créditos a tasas exorbitantes para saldar los existentes”, “reduzcamos la inversión pública” (ojo, ellos la llaman gasto, pero a eso se refieren)….
No se privan de hablar recurrentemente de las “formas” de este gobierno, entonces la pregunta ineludible es ¿¿¿por qué tanta insistencia???? ….y las respuestas surgen inexorables: porque sobre el fondo nada tienen para decir pues su mensaje es un envase carente de contenido, porque adolecen absolutamente de argumentos, porque no quieren, al menos abierta e impunemente, decirle a la sociedad lo que en verdad piensan…son todas esas razones a la vez las que los guían al absurdo, a erigirse en la oposición más avergonzante desde que volvimos a vivir en democracia.
Ojo que todos ellos, estos que hoy enarbolan la bandera de una oposición vacía de contenidos, no son inexpertos principiantes, ya tuvieron sus momentos del lado del mostrador que ahora nuevamente pretenden, por cierto con muy poco éxito, o por que no decir ninguno….así transitaron a costa del sufrimiento de un pueblo, de la ruina de un país maravilloso…
Y es en ese momento cuando pasado y presente se confunden en una misma foto siniestra, cuyas únicas diferencias tienen que ver con el inevitable paso del tiempo en los personajes (lifting mediante, en algún caso)….y los nombres hablan por sí solos….Morales, los Duhalde, Rodríguez Saa, Pinedo, Carrió….
Si, si, increíble pero real…. Morales, funcionario de esa Alianza que se quedó con una porción del sueldo de los empleados públicos, esa Alianza que se apoderó de parte de las jubilaciones y pensiones de nuestros viejos, esa Alianza que recortó el presupuesto de las universidades, esa Alianza que nos blindó y megacanjeó…..una alianza tramada a espaldas del pueblo y de consuno con los sectores financieros, a punto tal que con ellos Cavallo tuvo su repechaje… si, cuesta creerlo, pero es el mismo Morales….
Y también es el mismo Adolfo Rodríguez Saá, ese que alegremente declaró el default y que tras una semana como Presidente huyó presuroso a su provincia, temiendo por su vida….Menem y Duhalde lo acechaban deslizó….
Es la misma Carrió, de las permanentes, eternas e improbadas denuncias, la que destila golpismo por todos sus poros, la de los delirios místicos que invoca a Dios y a la Virgen y al mismo tiempo se hace eco de una voz que en la calle le dice “los quieren ver muertos”, la que en su afán destituyente salió en defensa de los monopolios de la comunicación, la que actúa y miente descaradamente a la gente y luego lo confiesa como si se tratase de una travesura infantil…no es otra, es ella…..
Es el mismo Pinedo, ese que pertenece al partido que gobierna una ciudad desgobernada, sucia, inundada, insegura, paralizada, la de los subterráneos inconclusos...sin embargo parece que así y todo se anima y pretende dar cátedra de cómo debe gobernarse el país…..
Y son los mismos Duhalde, aquellos que prometieron la intangibilidad de los depósitos en dólares, que participaron de la consumación del robo de los ahorros de la gente, que devaluaron salvajemente la moneda, que reprimieron en el Puente Pueyrredón, que ahora buscar un lugar reivindicando a Videla….
Tantos otros para incluir en esta lista verdad, entre ellos Aguad, Bullrich, Sola…
Ninguno, pero verdaderamente ninguno de ellos resiste el juicio de un pueblo inteligente y responsable…. ese juicio en el que las pruebas están en cada trazo de la historia argentina misma…. ese juicio cuyo fiscal es la memoria del pueblo, que debe interpelarlos, interrogarlos, cotejar y comparar sus discursos para desenmascararlos de una vez por todas….no es simple la tarea, pues estos bizarros personajes cuentan a su favor con toda la batería de trampas y chicanas que a diario les facilitan los poderosos monopolios de la información, esos aliados inescrupulosos que ofician como abogados del diablo para distorsionar la realidad, para ocultar el pasado, para mentir sobre las verdades….
Por eso hoy, más que nunca y como nunca, cobra sentido una de las frases del General Perón, esa que dice que “LA ÚNICA VERDAD ES LA REALIDAD”… si pueblo argentino es así….por eso podrán tratar de engañarnos y los lobos correrán desesperados a encargar sus trajes de cordero con tal de sostener a cualquier precio su farsa, la esquizofrenia de sus discursos buscará confundirnos, los multimedios concentrados insistirán en su plan de patrañas… pero no, no van a poder, se equivocan al subestimarnos, porque nosotros, este pueblo argentino bicentenario, aprendimos la lección y tenemos claro quién es quién, ya no aceptamos que nos digan qué y cómo pensar, queremos hechos, queremos proyectos, queremos identidad, queremos un país para todos, justo, solidario… por eso no queremos ni vamos a volver atrás…..


CHRISTIAN R. VADALA